Detective de Enfermedades Capacitada por los CDC Moviliza a su Comunidad en contra del Dengue
Historia escrita por Jahn Jaramillo, MPH, Pasante de CDC/Instituto de Salud Pública – Oficina Regional de los CDC para Centro América
En 2019, Honduras se enfrentó al mayor brote de dengue registrado en su historia. El departamento más grande, Olancho, pasó de 70 casos reportados en 2018 a más de 600 en 2019. Después de que once niños menores de quince años murieron por dengue, la Dra. Ofelia Martínez de la Región Sanitaria de Olancho, decidió hacer un cambio.
El dengue, una enfermedad viral que se transmite a través de las picaduras de zancudos, es un riesgo continuo en muchas partes de América Central y del Sur, México y el Caribe. Puede llevar hasta dos semanas desarrollar síntomas como fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y dolor muscular y articular. Generalmente los síntomas duran menos de una semana, pero el dengue puede convertirse en una emergencia médica grave en pocas horas, que generalmente requiere hospitalización. En casos severos puede ocurrir hemorragia no controlada, shock, insuficiencia orgánica y muerte.
Detective de Enfermedades Cumple el Reto
La Dra. Ofelia Martínez, una detective de enfermedades capacitada por los CDC en el Secretaría de Salud de Honduras, sabe cómo recopilar, analizar e interpretar datos para contribuir a la toma de decisiones basadas en evidencia. La Dra. Martínez utilizó los conocimientos recibidos en el Programa Regional para Centroamérica de Capacitación en Epidemiología de Campo de los CDC (FETP), para evaluar los esfuerzos continuos de control del dengue en Olancho e identificar brechas en la recolección de datos y otras áreas de mejora. El Programa Regional para Centroamérica de FETP se inició en el año 2000 con el apoyo de los CDC, como parte de los esfuerzos para reconstruir la infraestructura de salud pública luego de los huracanes de 1998 que devastaron la región. Con el FETP, los CDC han llegado a más de 70 países y han capacitado a epidemiólogos de campo en todo el mundo.
La Dra. Martínez y su equipo rastrearon la cantidad de casos y muertes causadas por el dengue en 2019 en Juticalpa, una ciudad de 55,000 personas en el centro de Honduras. Trabajando como una unidad, su equipo reunió todos los recursos logísticos y humanos disponibles para abordar las áreas más afectadas de Juticalpa. A pesar de sus continuos esfuerzos, los casos de dengue y las muertes aumentaban cada semana. Durante la segunda semana de julio, la semana número 28 del brote, se reportó el mayor número de casos de dengue en Juticalpa.
La Dra. Martínez y su equipo desarrollaron una nueva estrategia para frenar la propagación del dengue. Dividieron la ciudad de Juticalpa en cuatro sectores. “En cada sector recopilamos datos detallados, incluida la cantidad de personas que viven en cada vecindario. Luego identificamos un líder en cada sector para dirigir los esfuerzos de prevención del dengue. Los líderes eran responsables de la recopilación de datos. También los desafiamos a mejorar la fumigación y los esfuerzos de alcance comunitario en su sector,” dijo la Dra. Martínez.
Empoderamiento de las Comunidades a través de los Datos
Con la ciudad de Juticalpa dividida en sectores y los líderes de los sectores listos para movilizar su fuerza laboral, era hora de evaluar y mejorar los métodos actuales de recolección de datos.
Se reclutó una fuerza laboral voluntaria en Juticalpa. Los voluntarios realizaron actividades de divulgación comunitaria en sus vecindarios. Esto ocurría mientras el número de cadáveres seguía acumulándose. La Dra. Martínez notó rápidamente que esta fuerza laboral voluntaria no estaba familiarizada con los métodos de prevención del dengue y podría beneficiarse de supervisión y tutoría adicionales.
Con el apoyo de la Dra. Martínez, la Región Sanitaria de Olancho asumió la supervisión de los líderes comunitarios y voluntarios. A los líderes comunitarios se les motivó a utilizar la información para tomar acción en sus sectores respectivos, mientras que a los voluntarios se les capacitó para recolectar información de manera sistemática e identificar los criaderos de zancudos. En conjunto, el personal local de la Secretaría de Salud, los líderes de sector y los voluntarios se desplegaron a lo largo de sus vecindarios para buscar agua estancada y educar a la comunidad sobre cómo eliminar los criaderos de zancudos. La Dra. Martínez aprendió sobre esta estrategia de movilización comunitaria durante su experiencia en el FETP. Bajo la dirección de los líderes de sector y con el apoyo institucional del gobernador, la Dra. Martínez y su equipo reunieron a más de 100 voluntarios y coordinaron la respuesta.
Más organizados que nunca, la Dra. Martínez y su equipo enviaron unidades de voluntarios en salud pública y ambiental a visitar todas las casas en cada sector, inspeccionar todas las fuentes de aguas abiertas y enseñar a las familias cómo limpiar adecuadamente sus tanques y barriles de agua. Con el apoyo de la comunidad, se compraron 16 fumigadores nuevos, incluyendo máquinas portátiles para áreas remotas. Gracias a la información nueva que venía de los voluntarios y que los líderes comunitarios interpretaban, la Dra. Martínez y su equipo pudieron intervenir e identificar de manera más exacta las áreas que necesitaban fumigación y visitas domiciliares adicionales.
Cada equipo desarrolló un esquema de su área el cual mostraba la información que habían obtenido, incluyendo el número de casas visitadas, el número de contenedores de aguas abiertas encontrados, el número de casas en las que se usaba el BTI (por sus siglas en inglés, bacteria que mata la larva del zancudo) y el porcentaje de infestación en la comunidad. La Dra. Martínez confió una vez más en su experiencia con el FETP para interpretar esta información y determinar un enfoque sistemático que permitiera abordar y responder a las áreas de mayor riesgo.
“Los equipos se sintieron empoderados porque conocen las estadísticas y quieren que su sector esté bien. Antes de nuestra estrategia, la gente hacía su trabajo, pero nadie conocía las estadísticas, el número de casos de dengue en cada sector o los lugares más afectados. Sin embargo, cuando se organizaron por sector, hubo más personas comprometidas con la situación actual de cada área, y más participación comunitaria”, dijo la Dra. Martínez.
Esta estrategia tuvo éxito activando a Juticalpa en contra del dengue. A la fecha, Juticalpa no ha reportado casos de muerte a causa de dengue desde que se implementó la nueva estrategia, la cual fue adoptada por ciudades vecinas como Catacamas, así como también el Departamento de Yoro y Tegucigalpa, la capital de Honduras.
Contribuciones de CDC
Ésta fue la mayor respuesta de dengue coordinada por CDC en la región centroamericana. Los expertos de CDC, incluyendo médicos y epidemiólogos de la casa matriz, la División de Enfermedades Transmitidas por Vectores/Unidad de Dengue en Puerto Rico y la Oficina Regional para Centroamérica, viajaron a Honduras para trabajar juntamente con las autoridades locales para comprender mejor la expansión del dengue e identificar las áreas de apoyo de CDC. A solicitud del Gobierno de Honduras, CDC brindó asistencia en entomología, epidemiología, comunicación y manejo clínico.
Asimismo, CDC brindó los siguientes recursos: reactivos y suministros de laboratorio, equipo entomológico, incluyendo microscopios y suministros de campo, 60,000 copias de materiales de comunicación, tales como infografías en español sobre dengue, y suministros y equipo médico, como esfigmomanómetros pediátricos.