La historia de Harper, según la contó su madre, Kari

Kari se impresionó al enterarse de lo común que es la muerte fetal: cada año, alrededor de 24 000 bebés nacen sin vida en los Estados Unidos. Kari comparte la historia de su hija Harper para ayudar a que otras familias sepan que no están solas y para ayudar a aumentar la concientización sobre la muerte fetal.

Harper%26rsquo;s Story as told by her mother, Kari

Nunca me voy a olvidar del día en que mi esposo, Marc, y yo recibimos la desoladora noticia que cambiaría nuestras vidas para siempre. Por 39 semanas, tuve un embarazo perfectamente normal. Pero durante la última visita de rutina con mi médico a las 39 semanas y media, nos enteramos de que el corazón de nuestra hija, Harper, no tenía latidos. Faltaban solo tres días para mi fecha de parto.

Estábamos totalmente conmocionados: destrozados y desolados por completo. A la mañana siguiente, temprano, después de una muy larga noche sin dormir, llegamos al hospital donde me indujeron el parto para que naciera una beba que no podríamos llevar a casa. Catorce horas después, di a luz a Harper Elizabeth. Pesó siete libras y ocho onzas, y su cabeza estaba cubierta de cabello negro. Tenía mis labios y mis dedos largos, y las mejillas y la nariz de su papá. La amábamos muy profundamente. Pudimos pasar algunos breves pero preciosos días con ella en el hospital, antes de tener que decirle adiós para siempre a nuestra bella bebita.

Después de eso, enfrentamos la inconcebible tarea de volver a casa con los brazos vacíos para planear su funeral. Durante aquellos meses sombríos después de perder a Harper, pasé mucho tiempo buscando información en Internet sobre la muerte fetal. ¡Me impresionó lo que encontré! Cada año, aproximadamente 24 000 bebés nacen sin vida en los Estados Unidos. La causa de muchas de estas muertes fetales son desconocidas. Sentí mucha rabia y culpa porque no pude proteger a mi bebé. Quería hacer algo para aumentar la concientización y ayudar a que otras personas no pasen por lo que pasamos nosotros.

Poco tiempo después de perder a Harper, hice un video en YouTube en homenaje a ella, y ahora trabajo dentro de mi comunidad para ayudar a aumentar la concientización sobre la muerte fetal. Hacer actos de servicio en su honor me ha ayudado muchísimo en mi proceso para sobreponerme

El año pasado, mi esposo y yo le dimos la bienvenida a la familia a nuestro próximo hijo, nuestro bebé arcoíris. Lo llamamos Colton. Si bien sin Harper nuestra familia jamás estará completa, todos los días me siento agradecida por el don de nuestra hija. Pensamos en ella diariamente, y la llevaremos en nuestro corazón por el resto de nuestra vida hasta que nos encontremos otra vez.

 

Los CDC quieren agradecerle a Kari por compartir su historia familiar.